PRUEBAS DE DIAGNOSTICO SEROLOGICAS
Definición de Serología:
Es un examen del líquido seroso de la sangre (suero, el líquido transparente que se separa cuando la sangre se coagula) que se utiliza para detectar la presencia de anticuerpos contra un microorganismo.
En otras palabras, la serología se refiere al estudio del contenido de anticuerpos en el suero. Ciertos microorganismos estimulan al cuerpo para producir estos anticuerpos durante una infección activa. En el laboratorio, los anticuerpos reaccionan con los antígenos de formas específicas, de tal manera que se pueden utilizar para confirmar la identidad del microorganismo en particular.
Existen varias técnicas serológicas que se utilizan dependiendo de los anticuerpos de los cuales se sospecha entre las que se pueden mencionar aglutinación, precipitación, fijación del complemento, anticuerpos fluorescentes y otras.
Un serotipo es un tipo de microorganismo infeccioso clasificado según los antígenos que presentan en su superficie celular. Los serotipos permiten diferenciar organismos a nivel de subespecie, algo de gran importancia en epidemiología.
Cada serotipo proporciona una inmunidad específica para toda la vida, así como inmunidad cruzada a corto plazo.
Todos los serotipos pueden causar enfermedad grave y mortal.
Hay variación genética dentro de los serotipos.
Algunas variantes genéticas dentro de cada serotipo parecen ser más virulentas o tener mayor potencial epidémico.
Reacciones febriles.
Antígenos Febriles es un término referido a un grupo de suspensiones bacterianas, representativo de un número de bacterias patógenas para la especie humana y responsables de la aparición de infecciones (brucelosis, salmonelosis y ciertas rickettsiosis) que cursan con un cuadro febril en el huésped infectado. La mejor forma para establecer la etiología de una enfermedad infecciosa es el aislamiento e identificación del agente causal de la misma. Sin embargo, estos medios de diagnóstico no son siempre de fácil aplicación y es ahí donde radica la importancia del uso de las suspensiones bacterianas en la detección de los anticuerpos presentes en el suero del paciente (método indirecto de diagnóstico). En el diagnóstico clínico, los resultados obtenidos con el uso de los Antígenos Febriles deben ser considerados siempre en relación a los hallazgos clínicos y otras pruebas de laboratorio.1
El diagnóstico exacto de la enfermedad depende del acercamiento entre el laboratorio clínico y el médico, ya que la elevación del título en la muestra de suero con sintomatología reciente y la muestra de suero en fase convaleciente indicará la exactitud del diagnóstico. El paciente con salmonelosis cursa con un cuadro donde aparecen escalofríos, cefalea, náuseas, anorexia, tos y diarrea o estreñimiento. La fiebre es prolongada y varía de 38,5ºC a 40ºC. Entre un 20-40% presentan dolor abdominal. Se sugiere que se le realice al paciente un coprocultivo (cultivo de las heces fecales). Debe crecer salmonella, identificándose la especia por medio de pruebas bioquímicas.
VDRL
Es un examen de tamizaje para sífilis que mide los anticuerpos llamados reaginas, que pueden ser producidos por el Treponema pallidum, la bacteria causante de dicha enfermedad. Sin embargo, el cuerpo no siempre produce reagina específicamente en respuesta a la bacteria de la sífilis, por lo que el examen no siempre es preciso. El examen es similar al examen más nuevo de respuesta de reagina en plasma (RPR).
Nombres alternativos
VDRL (prueba de los Laboratorios de investigación de las enfermedades venéreas)
Forma en que se realiza el examen
La sangre se extrae de una vena, por lo general de la parte interior del codo o del dorso de la mano. El sitio de punción se limpia con un antiséptico y luego se coloca una banda elástica alrededor de la parte anterior del brazo con el fin de ejercer presión y hacer que las venas bajo la banda se llenen de sangre.
Luego, se introduce una aguja en la vena y se recoge la sangre en un frasco hermético o en una jeringa. Durante el procedimiento, se retira la banda para restablecer la circulación y, una vez que se ha recogido la sangre, se retira la aguja y se cubre el sitio de punción para detener cualquier sangrado.
Métodos biológicos de detección precoz del embarazo
Prueba de embarazo, por medio de la orina, con resultado negativo.
Los métodos precoces son los que permiten detectar el embarazo en sus primeros días y antes de su principal síntoma, la suspensión de la menstruación o amenorrea. A lo largo del tiempo se usaron diversos métodos que hoy sabemos estaban basados en que cuando una mujer queda embarazada aparecen en su orina hormonas antes inexistentes. Los primeros métodos usaron los efectos visibles que estas hormonas tienen sobre plantas y animales, llamados por esta razón métodos biológicos de detección de embarazos. A partir de la década de 1960 se desarrollaron métodos de detección directa basados en que las reacciones inmunológicas que producen estas hormonas pueden hacerse visibles usando antígenos específicos a ellas.
Pruebas modernas
La primera prueba "moderna" para el embarazo detecta la inhibición del factor de preñez temprana (EPF, por sus siglas en inglés). El EPF se puede detectar en la sangre en las 48 horas siguientes a la fertilización.[1] Sin embargo, las pruebas del EPF son caras y toman mucho tiempo.
La mayor parte de las pruebas químicas buscan la presencia de la subunidad beta de la gonadotropina coriónica humana (hCG) en la sangre o en la orina. El hCG se puede detectar en la orina o la sangre después de la implantación del producto en la matriz, que ocurre de seis a doce días después de la fertilización.[2] Los métodos cuantitativos (suero beta) pueden detectar niveles de hCG tan pequeños como 1 mIU/mL, mientras que las puebas de orina requieren de 20 a 100 mIU/mL, dependiendo de la marca.[3] Las pruebas cualitativas de sangre generalmente tienen un umbral de 25 mIU/mL, así que tienen menor sensibilidad que algunas pruebas de orina caseras.
Con ultrasonido obstétrico, el saco gestacional puede algunas veces visualizarse tan temprano como a las cuatro y media semanas de gestación (aproximadamente dos semanas y media después de la ovulación) y el "saco de yema" (en inglés, yolk sac) unas cinco semanas después de la gestación. El embrión puede ser observado y medido a las 5 semanas y media. El latido del corazón puede ser detectado a las 7 semanas de gestación, y en ocasiones se ha observado desde las 6 semanas.[4] [5]
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